La gran maestra para la vida
DEPARTAMENTO DE PASTORAL
Queridos alumnos:
Echando la vista atrás, nada más que unos días, me parece necesario reflexionar brevemente sobre la muerte, la gran maestra para la vida.
Puede que la televisión esconda la fealdad de los cuerpos que envejecen; puede que insista en la necesidad de ser eternamente joven y bello para triunfar; puede que la cultura mediterránea -amante de la luz-, haya ocultado la muerte apartando los cementerios (“dormitorios”, en griego) de la ciudades; hay muchos “puede” que se dan cita en nuestra cultura, pero esta pandemia que estamos atravesando nos recuerda que hemos de dejar de respirar algún día.
¿Por qué hemos dicho que la muerte es la “gran maestra para la vida”?
En primer lugar, si fuéramos simplemente inmortales, cada día perdería su valor. ¿Para qué aprender hoy una cosa nueva, si lo puedo hacer mañana? El cansino eterno retorno que recuerda la película “Día de la marmota”.
Morir hace de cada minuto algo apasionante. La muerte hace del tiempo lo más valioso.