Cristo, el perdón y el amor hasta el infinito
DEPARTAMENTO DE PASTORAL
Queridos alumnos:
Nos acercamos al final del mes de María, nuestra Madre en la fe. Hoy quisiera que reflexionáramos juntos acerca de una de las lecciones más difíciles de enseñar y aprender: el perdón.
Pertenecemos a la comunidad educativa de esclavas de María, una realidad que trasciende el colegio. Un colegio es un hervidero de sentimientos, que en ocasiones desembocan en discusiones o desencuentros. Aunque no estemos juntos en el patio o en las clases, caminamos unidos en la complicada tarea del aprendizaje. Parte del trabajo de los educadores de Esclavas de María es vivir un perdón que supera todas las ofensas.
Jesucristo, ante aquellos que lo están crucificando, muestra el perdón de Dios sin límites. Un perdón capaz de saltarse todas las barreras que levanta el egoísmo. Jesús dicta sentencia desde la cruz hacia sus verdugos. Jurisprudencia eterna e irrevocable: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34).
Cristo, el único intérprete autorizado de la Palabra de Dios, agranda el perdón y el amor hasta el infinito.